La tecnología vs. la lectura tradicional

Según el  autor José Antonio Marina: “la magia de la lectura está siendo víctima de un contra hechizo”. La era de la tecnología ha irrumpido en nuestro mundo, nos ha inundado de información y  nos ha facilitado las comunicaciones, pero también ha cambiado muchos de nuestros hábitos. ¿Quién puede decir que a veces no se siente culpable del largo tiempo dedicado a las redes sociales o a otras entretenciones en celulares y tabletas? Tiempo que en otras circunstancias, pudiésemos dedicar a otras actividades, entre ellas la lectura.

Si esto es cierto para los adultos, también lo es para  niños y jóvenes, lo cual es visto con preocupación por padres y educadores. De hecho, hay  una gran tendencia a satanizar la tecnología y a considerarla como la madre de todos los males actuales , pero pienso que debemos ver el fenómeno con objetividad, viendo sus pro y sus contra.

Es cierto que algunas investigaciones realizadas entre niños han arrojado algunos datos que pueden inquietarnos. Mediante diferentes estudios se ha comprobado que la lectura hecha en pantalla disminuye en los niños los patrones de conectividad cerebral, dificulta la comprensión lectora y también la concentración.

No obstante las dificultades mencionadas, hay personas que ven con buenos ojos las nuevas formas de leer. Padraig Belton y Matthew Wall, reporteros de BBC NEWS opinan que: “contrario a lo esperado, el libro impreso sobrevive junto a su primo digital y la tecnología está ayudando a los editores y vendedores a llegar a nuevas audiencias y encontrar nuevas maneras de contar historias. Así que el libro no está muerto, la tecnología simplemente lo está ayudando a evolucionar más allá de sus límites físicos”. 

Nuevas formas de incentivar la lectura entre niños y jóvenes se están desarrollado. Ha aparecido el fenómeno de los booktubers, quienes  no son más que niños y jóvenes que suben a Internet videos dinámicos y agradables en los que reseñan libros que han leído, dan sus opiniones y recomiendan los que han sido de su agrado. Estos booktubers han sido bien recibidos y tomados en cuenta, incluso se han organizado encuentros entre ellos.

Y, aunque no lo crean, la tecnología ha facilitado que padres y  abuelos puedan leer a los niños aunque se encuentren distantes. El recurso más usada es Skype, pero hay otras herramientas más específicas, de creación reciente como el Bookchat, que no solo permite la lectura a distancia, sino que tanto el adulto como el niño  puedan ver simultáneamente las páginas que leen.

En resumen, al igual que todas las demás herramientas concebidas por el hombre,  la tecnología tiene sus aspectos positivos y negativos. Estos criterios  encontrados son normales ante las novedades y en los tiempos de cambios. Pero, la historia nos enseña que nuevas herramientas implican el desarrollo de nuevas destrezas, pero esto es un proceso gradual.

Lo que es de vital  importancia es  que nos situemos bien en nuestro rol de padres y educadores de las generaciones Zeta y Alpha, aquellos niños que hoy tienen menos de doce años de edad. Sabiendo que los tiempos han cambiado, y que lo digital es lo que motiva a niños y jóvenes, veamos la tecnología como una aliada. Sin dejar de lado la lectura tradicional, exploremos y usemos formatos nuevos de lectura, teniendo cuidado en seleccionar medios de calidad y que vayan de acuerdo a la edad y las necesidades de los niños y, sobre todo, a los valores en que creemos.