Empezaremos por decir que la lectura es uno de los hábitos y prácticas sociales más importantes, ya que es el medio fundamental para el acceso al saber. Dicho en otras palabras, nuestro modo principal de conocer la realidad es leyéndola. Padres y educadores no pasamos por alto esta realidad y por eso una de nuestras metas principales ha sido siempre el desarrollo del hábito lector en nuestros chicos.
Las investigaciones demuestran que la lectura aporta otros muchos beneficios. Los niños ( y jóvenes y adultos) que tienen el hábito lector tienen mayores oportunidades, entre muchas otras cosas, para:
- conocerse a sí mismos y al mundo que los rodea
- desarrollar una mejor dicción
- tener un léxico más rico
- profundizar en la comprensión de los textos
- aumentar su capacidad de abstracción
- desarrollar la concentración
- entender diversas formas de pensar
- pasar un buen rato y evitar el ocio
- acrecentar la fantasía
- adquirirmejores habilidades de comunicación
- desarrollar mejor su capacidad de escribir y ser creativos
En resumen: leer es un workout completo para el cerebro. Un workout imprescindible para que los niños se desarrollen sana e integralmente.
Que los tiempos han cambiado es verdad, que los niños y jóvenes prefieren todo lo que sea digital, también es verdad. Pero no nos dejemos confundir, debemos ubicarnos bien en nuestro rol de educadores de los “nativos digitales”. Y para buscar incentivarlos y motivarlos podemos explorar y usar algunos formatos de lectura nuevos, después de todo la tecnología bien usada es un medio de aprendizaje.
Pero, paralelamente sigamos educando mediante la lectura tradicional e infundiendo el amor a los libros. Así mantendremos un equilibrio y evitamos el uso excesivo de los aparatos electrónicos y las adicciones y otros problemas que sabemos que acarrea.
Mantengámonos atentos a nuestros chicos y a sus necesidades y preferencias, y hagámoslo de manera especial en esta época que parece confusa. Es mucho lo que podemos hacer para que amen la lectura y sean lectores competentes, pero también para que tengan una infancia más sana y feliz. ¡La insistencia vale la pena!